CONTIGO
A mis 85 años voy a cumplir mis “bodas de esmeralda“ contigo, 55 años que estamos juntas.
Cuando te conocí yo era tan joven…no sabía nada de ti.
No tuviste reparos en vivir conmigo que en ese momento ya tenía una niña de 5 años y estaba embarazada de tan sólo unas pocas semanas.
Desde el principio me trataste mal, me cansabas, me producías dolor, en la espalda, los brazos, las piernas…. No podía ni coger peso…
Le conté a la doctora lo que me pasaba, pero ella no lo relacionaba contigo, me decía que era por el embarazo - son cosas del embarazo repetía- pero yo sabía que no, ¡eras tú! , tú de quien seguía sin saber ni tu nombre, ni de donde venías. Soportándote como buenamente podía, intentando hablarle a alguien de ti, preguntando por ver quién te conocía pasé de una a otra persona…varias consultas…, solapadamente me llamaron…loca, y es que tú no me dejabas señales visibles de tú maltrato.
El tiempo pasaba…
Seguía casada con Él que no veía que tú me tenías atrapada, por ti me dejaba las tareas a medías, por ti no dormía, ó por ti caía en un…sopor.
Me decías, toma esta pastilla te hará bien y, esta otra…te hará dormir
Los niños se dan cuenta de todo, mi niña me miraba triste, mi niño más lanzado él me llamaba “pastillera”. Y como nadie te veía no sabían que tú manejabas mi vida a tú antojo, que me causabas dolor, dolor sin huellas, sin rastros que seguir. Aunque alguien se molestó en buscarte tú no parecías existir, entonces mi rabia se desataba y me encerraba bajo llave y…lloraba, a solas, para que los niños no se asustasen…para no descargar en ellos mi ira, la que tenía dentro contra ti.
Recuerdas aquel día cuando le conocimos?, bueno-sonrío- le conocí yo, me dijo que seríamos amigos, ¡amigos!, ¿me dejarías tener un amigo? Ya me compartías con mi marido, pero…un amigo…
Cuando iba a verle tú venías conmigo claro está –siempre estabas conmigo –no te viste amenazada total era apenas un crio que iba a hacer él contra tu fuerza y tus artes seductoras?. Y así le dejaste hacer, él poco a poco se fue dando cuenta de tu existencia, eras invisible pero estaban tus huellas en mi cuerpo, bajo sus manos que tú no advertiste peligrosas. Él te mimaba a ti, mucho, y a mí me hablaba al oído mientras tú te distraías con aquellas “caricias”.
No te gustó que fuese dejando las pastillas que tanto te gustaban y por ello lastimabas mis músculos, entonces yo te llevaba a verle a que jugaras con sus manos y con aquellas simpáticas máquinas con luces de colores, mientras,yo te iba conociendo poco a poco.
Un día, él –nuestro amigo, ya lo era de las dos ó eso te hacía creer a ti – me entregó una pequeña revista, uno de eso boletines y me dijo: Ahí la tienes, ahí está su nombre, aunque apenas se sabe nada de ella pero la iremos conociendo, estate tranquila.
Aprendí a decirte NO
NO quiero tomar esa pastilla
NO quiero quedarme tumbada contigo
NO me vas a apartar de la gente que quiero
NO quiero dejar de jugar con mis hijos
NO me voy a sentir culpable por dejar una tarea a medias porque me estás haciendo daño
NO voy a dejar de cuidarme
Aprendí a decirme a mi misma SI
SI voy a intentar salir a la calle
SI voy a intentar ir a la piscina
SI voy a ir a esos masajes
SI voy a hacer oídos sordos a los insultos solapados
SI voy a leer más – hasta mi mente y mi memoria habías hecho tuyas –
SI voy a salir aunque sé que te enfadaras y me lo harás pasar mal, pero también lo haces cuando se te antoja aunque no salga
SI voy a pensar un poco en mi misma
SI voy a quererme porque yo si estaré conmigo toda mi vida – bueno…tú también estarás-
Si voy a ser yo la que domine esta relación
SI!, SI!, voy a sonreír.
y… voy a vivir contigo.
Te fui transformando de amante celosa y cruel en…”amiga”
Te convencía para ir al cine, a bailar, al gimnasio –no te gustan los esfuerzos, lo sé - , yoga, danza, caminar en el agua… ahí no peso y eso te gusta, ¡cuántas cosas hemos probado juntas!.
Y ya no me haces tomar aquel montón de pastillas, así estamos más despiertas y hacemos cantidad de cosas, de forma más lenta porque …¡que pesada eres !
Y…cumplimos ese montón de años juntas…y ya conozco tu nombre…es de difícil pronunciación por lo largo que es y…por lo cruel que tú eres
“amiga”…
Fibromialgia.
Autor:
Nubeblanca Yuhara
14 Mayo 2010
No hay comentarios:
Publicar un comentario